¿Tienes molestias en tus muelas o te dijeron que podrías necesitar una extracción? Aunque suena intimidante, este procedimiento es común y, si se hace con cuidado, la recuperación puede ser rápida y sin complicaciones. Aquí te explicamos cuándo es realmente necesario extraer una muela y cómo cuidar tu boca después del procedimiento.
¿Por qué se realiza una extracción de muela?
Existen varias razones por las que tu dentista podría recomendar una extracción dental:
- Muelas del juicio impactadas: Estas piezas no logran erupcionar correctamente y quedan atrapadas en el hueso o las encías, causando dolor, inflamación o infecciones recurrentes.
- Espacio insuficiente: En algunos casos, las muelas del juicio pueden desplazar otros dientes si no tienen suficiente espacio para salir, dañando incluso la mandíbula.
- Caries severas o fractura irreparable: Cuando una muela está gravemente afectada y no puede restaurarse con un tratamiento convencional, como una endodoncia, empaste o corona.
- Enfermedad periodontal avanzada: Si las encías y el hueso que sostienen la muela están dañados, esta pieza dental puede requerir extracción.
- Preparación para ortodoncia: A veces se extraen piezas dentales para alinear correctamente los demás dientes en tratamientos de ortodoncia.
¿Qué pasa durante la extracción?
La extracción dental puede ser simple o quirúrgica. En procedimientos simples, el dentista retira la muela que ya ha erupcionado completamente. En los casos quirúrgicos, se requiere una incisión en la encía y, a veces, la división de la muela para extraerla más fácilmente.
¿Qué cuidados tener tras la extracción de una muela?
La clave para una buena recuperación está en seguir algunos cuidados esenciales:
- Aplica frío en la zona: Usa compresas frías en las primeras 24-48 horas para reducir la inflamación. Aplícalas de forma intermitente (10-15 minutos).
- Evita enjuagarte, escupir o usar cañitas las primeras 24 horas: Esto ayuda a que el coágulo de sangre en la herida permanezca intacto. Un coágulo desplazado puede causar una dolorosa alveolitis, condición que expone el hueso y retrasa la cicatrización.
- No fumes ni bebas alcohol: Estos hábitos aumentan el riesgo de infección y retrasan la cicatrización.
- Alimentos suaves y fríos: Opta por comidas como purés, yogur o sopas frías. Evita alimentos calientes, picantes o duros que puedan irritar la zona.
- Higiene bucal cuidadosa: Cepíllate con delicadeza y evita tocar la zona de la extracción. Puedes enjuagarte suavemente con agua salada a partir del segundo día.
¿Cuándo acudir al dentista tras una extracción?
Aunque las molestias como hinchazón o sensibilidad son normales durante los primeros días, consulta a tu dentista si notas:
- Sangrado abundante que no cede.
- Dolor intenso o punzante después de los primeros días (alveolitis).
- Fiebre o signos de infección (como pus).
- Dificultad para abrir la boca por hinchazón extrema.
Recuerda, la prevención es clave. ¡Cuida tus dientes con revisiones dentales regulares y buena higiene oral para evitar problemas mayores a tiempo!
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