Muchos padres se hacen esta pregunta. Algunos creen que basta con esperar a que el niño tenga todos los dientes, otros piensan que con enjuagar con agua es suficiente. Pero la verdad es que la higiene bucal debe empezar antes de que salgan los primeros dientes.
Desde antes de la primera sonrisa
Sí, así como lo lees. Antes de que aparezca el primer diente, ya se puede comenzar con la higiene oral del bebé. Desde los primeros días, se recomienda limpiar suavemente las encías con una gasa húmeda o un dedal de silicona. Esto no solo ayuda a remover restos de leche, sino que también acostumbra al bebé a la rutina de higiene.
Cuando aparece el primer diente
Apenas sale el primer diente de leche (generalmente entre los 6 y 8 meses), es momento de introducir un cepillo dental suave y pequeño, especial para bebés. Se debe usar una pequeña cantidad de pasta dental con flúor, del tamaño de un grano de arroz.
Es importante cepillar los dientes dos veces al día, sobre todo antes de dormir. Y no, no es necesario que el niño escupa la pasta: la cantidad recomendada es tan pequeña que no representa riesgo.
Hábitos que duran toda la vida
Establecer una rutina desde pequeños hace que los niños vean el cepillado como algo normal y divertido. A medida que crecen, se puede ir aumentando la cantidad de pasta (alrededor de los 3 años, del tamaño de un guisante) y enseñarles a escupir y enjuagar.
La primera visita al odontopediatra
Idealmente, se recomienda hacer una primera visita al dentista cuando sale el primer diente o alrededor del primer año de vida. Esta cita permite evaluar el desarrollo dental, enseñar técnicas de cepillado y resolver dudas sobre alimentación, uso de biberón o chupones.
El cepillado dental no empieza cuando ya hay una dentadura completa, sino desde que aparecen los primeros signos de dentición. La prevención es clave, y una buena higiene bucal desde los primeros meses de vida es el mejor regalo que le puedes dar a la sonrisa de tu hijo.
Recuerda: dientes sanos desde pequeños, sonrisas saludables toda la vida.
