Puede sonar extraño, pero sí: algunas infecciones dentales podrían estar relacionadas con la caída de cabello. Aunque no es una causa común ni directa, existen casos documentados en los que una infección bucal crónica ha desencadenado efectos sistémicos, incluyendo la alopecia.
La salud oral y su impacto en todo el cuerpo
Nuestra boca está conectada con todo el organismo. Las bacterias presentes en una infección dental pueden ingresar al torrente sanguíneo y provocar inflamación en otros órganos y tejidos. Este proceso se conoce como «foco infeccioso crónico» y puede afectar desde el corazón hasta el cuero cabelludo.
Alopecia areata y focos infecciosos
Una de las formas de caída de cabello que podría estar relacionada con problemas dentales es la alopecia areata. Esta condición autoinmune provoca la pérdida repentina de cabello en zonas localizadas. Algunos estudios han reportado mejoras en pacientes con alopecia areata tras tratar una infección dental persistente, como abscesos o periodontitis avanzada.
Señales de alerta: ¿cuándo sospechar?
Si has experimentado caída de cabello sin una causa aparente y también tienes síntomas como:
- Dolor en la encía o en algún diente
- Mal aliento persistente
- Inflamación o sangrado de encías
- Dientes flojos o abscesos recurrentes
… podría ser momento de considerar una evaluación dental como parte de tu investigación sobre la salud capilar.
La importancia del diagnóstico integral
No se trata de decir que todas las caídas de cabello se deben a problemas dentales, pero sí es cierto que la salud oral influye en el estado general del cuerpo. En casos complejos, vale la pena que el odontólogo trabaje junto a otros profesionales, como dermatólogos o inmunólogos, para encontrar la causa real y tratarla adecuadamente.
Conclusión
Tu boca no está aislada del resto de tu cuerpo. Aunque parezca poco intuitivo, una infección dental puede ser el detonante de problemas tan inesperados como la caída de cabello. La buena noticia es que, al tratar el origen, muchas veces el síntoma mejora. Así que si algo no está bien en tu sonrisa o en tu melena, consulta con tu odontólogo. A veces la solución está justo donde menos lo esperabas.
